Esta pequeña historia la escribí hace unos años.
AVENTURA EXTRAÑA
Por Alverion
Son las tres de la tarde de un caluroso verano. Ella se aleja de sus compañeras subterráneas y decide ver la luz del día. Camina por lugares ya conocidos hasta que su curiosidad la obliga a conocer nuevos rumbos. Se desvía de su habitual camino y encuentra unos arbustos que forman un espeso bosque. Sin dudarlo, se interna en él para explorar sus posibles misterios. Lo primero que ve es una piedra que la supera ampliamente en tamaño. Con esa fuerza que la caracteriza, aparta su obstáculo sin dificultad alguna y sigue su marcha.
De pronto, ve a alguien con exacto parecido a ella. Sin salir de su asombro, se acerca y descubre que la otra tiene su misma intención. Continúan caminando y cuando están muy cerca, ambas se detienen. Ella le propina un saludo muy amigable y, al mismo tiempo, su doble la imita. Hace otro movimiento pero con igual resultado que el anterior, sucediendo la misma imitación. Cada paso y acción es imitado a la perfección y en simultáneo. Sorprendida y a la vez confundida, escapa sin mirar hacia atrás tan rápido como puede pero con tan mala fortuna que resbala y cae sobre una pequeña laguna. Se aferra a un tronco que está flotando cerca de ella, salvando su vida milagrosamente. Llega hasta la orilla y, cuidadosamente, evita resbalarse y escapa de ese peligroso lugar.
El bosque ya quedó atrás, ahora camina por un duro y raro suelo que llama su atención por completo. Intenta cavar en él pero no consigue su propósito. Hace varias pruebas más y sigue en la misma situación. Dándose por vencida, decide continuar con su aventura.
De repente, se da cuenta de que a medida que avanza, el suelo se torna cada vez más caliente, a un punto tal de que sus extremidades comienzan a causarle un doloroso ardor. Intentando escapar, cambia su dirección.
Varios pasos más adelante encuentra algo que le produce un escalofrío que recorre toda su estructura: varias compañeras, que se creían perdidas, aparecen delante de ella con la particularidad de presentarse totalmente quemadas y sin vida. Conmocionada por este descubrimiento, rompe a llorar pero su llanto es interrumpido por una ola de calor que se agrava segundo a segundo. Descubre que el causante de ese calor es un gigantesco rayo que se acerca cada vez más hacia su posición. Intenta escapar de esa situación pero es inútil, su velocidad no es comparable con la de ese calórico rayo. Cuando está a punto de quemarla, ese temido rayo desaparece por completo y lo reemplazan unas palabras en un idioma no entendible para ella. Éstas decían:
-¡Francisco! ¡Te dije mil veces que dejes de matar hormigas con ese maldito lente de aumento!