La tarde cae sobre nosotros
mientras te contemplo enamorado.
Veo tus ojos almendrados
sintiendo a tus pupilas buscar,
ahondando en mi mirada.
Me acerco a ti y tiemblo;
no por temor o timidez
pues he hecho esto mil veces.
Es más bien que nunca pasó
que fuera con alguien tan especial.
Rozo tu talle con mis manos
y juntas tus labios a los míos.
Tu boca desprende ambrosia
y embriaga mis pensamientos.
Tus manos se aferran a mi y
nuestros cuerpos irradian pasión.
Tus mejillas se han sonrojado
y yo muero de cálido deseo.
Es impresionante cómo este mar
de sensaciones puede estar tan
alejado de eso a lo que llaman moral.
Mil veces he besado, mil veces,
más nunca a alguien como tú.
Besarte a ti es una experiencia
inexpresable, mágica e inolvidable.
Mis dedos se deslizan por tu cuello
percibiendo el sedoso tacto de tu piel.
Temo alejarme de la suavidad que
desprende la hermosura de tu ser;
temo perder esta dulce simbiosis.
El tiempo pasa inexorable para todos,
más para ti y para mi, que ahora
somos una dualidad de deseo,
se ha detenido momentáneamente.
Nuestros latidos se aceleran y
nos hacen perder el control;
puedo sentirlo, se que caigo,
que no me puedo controlar más,
pero no me importa, quiero continuar.
Mis caricias llegan a tu pecho,
tu respiración cambia su ritmo.
Tus senos se agitan trémulos como
si mis manos les infundieran vida
y mi boca se aferra más a tus labios.
Aspiro tu aliento entrecortado y
disfruto, sabiendo que todo este fuego
solo está reservado para los dos.
Los besos empiezan a quemar mi boca.
Somos víctimas de nuestra pasión,
somos víctimas y victimarios.
Mi cuerpo se eriza al contacto
ardiente de tu fecundo vientre,
aún virginal templo del amor;
pero la ropa frena mis ataques y
por primera vez me atrevo a maldecir,
aunque sin hablar, tu negro ropaje.
No puedo calmar mis ímpetus y
tú no intentas detener mi avance,
antes bien, me preparas el camino
que conduce a la consumación
de nuestra deliciosa batalla carnal.
Quiero amarte hasta avanzada la noche,
no deseo estar sin ti cerca de mi.
Los TE AMO flotan en el aire y me
sorprendo al escucharlos saliendo
como una tempestad de mi garganta.
Mis dedos vagabundean investigando,
pasan por debajo de la tela y lo moral.
Esto me tiene al borde del deseo,
Me tiene en éxtasis de lujuria.
Mi piel toca la tuya y te arranca
un suspiro entrecortado que prueba
que me deseas tanto como yo a ti.
Mis ojos se extasían con el paisaje
que forman las curvas de tu cuerpo.
Mis dedos llegan al lugar deseado
y siento el fuego interior de tu vientre.
Mis labios llegan a tu corazón y mi
lengua hurga en los lugares cercanos,
peñascos llenos de vitalidad pecaminosa.
Quiero gritar que te deseo,
pero se que esto es un secreto,
que ya es momento de contenerme
y que debo ser más paciente.
Resulta imposible separarme de ti,
pero en tu nombre lo imposible se logra.
Debo esperar por aquella ocasión
en que nos podamos pertenecer y
nos entreguemos hasta la asfixia;
completamente, en arrebato de pasión
por toda la eternidad y una noche más.
Ahora me separo de tu cuerpo,
hablamos de ti y de mi, de que será el fin,
que esto es una bella despedida.
Digo hasta luego con un último beso
y atormentado por el mañana me alejo
llorando sabiendo que lo nuestro terminó;
y dándome cuenta tristemente
que si te vas te llevarás mi fuego
y que desde hoy estaré muerto.
Al menos lo estaré por ahora.
Pero en este morir vivo y vivir
muriendo en mi vacío interior,
esperaré con paciencia en soledad
a que regreses a mis brazos y
desees que continuemos este amoroso,
lujurioso y pasional acercamiento.
Nuevo aporte al foro. Espero que les agrade. Saludotes y no olviden comentar.
mientras te contemplo enamorado.
Veo tus ojos almendrados
sintiendo a tus pupilas buscar,
ahondando en mi mirada.
Me acerco a ti y tiemblo;
no por temor o timidez
pues he hecho esto mil veces.
Es más bien que nunca pasó
que fuera con alguien tan especial.
Rozo tu talle con mis manos
y juntas tus labios a los míos.
Tu boca desprende ambrosia
y embriaga mis pensamientos.
Tus manos se aferran a mi y
nuestros cuerpos irradian pasión.
Tus mejillas se han sonrojado
y yo muero de cálido deseo.
Es impresionante cómo este mar
de sensaciones puede estar tan
alejado de eso a lo que llaman moral.
Mil veces he besado, mil veces,
más nunca a alguien como tú.
Besarte a ti es una experiencia
inexpresable, mágica e inolvidable.
Mis dedos se deslizan por tu cuello
percibiendo el sedoso tacto de tu piel.
Temo alejarme de la suavidad que
desprende la hermosura de tu ser;
temo perder esta dulce simbiosis.
El tiempo pasa inexorable para todos,
más para ti y para mi, que ahora
somos una dualidad de deseo,
se ha detenido momentáneamente.
Nuestros latidos se aceleran y
nos hacen perder el control;
puedo sentirlo, se que caigo,
que no me puedo controlar más,
pero no me importa, quiero continuar.
Mis caricias llegan a tu pecho,
tu respiración cambia su ritmo.
Tus senos se agitan trémulos como
si mis manos les infundieran vida
y mi boca se aferra más a tus labios.
Aspiro tu aliento entrecortado y
disfruto, sabiendo que todo este fuego
solo está reservado para los dos.
Los besos empiezan a quemar mi boca.
Somos víctimas de nuestra pasión,
somos víctimas y victimarios.
Mi cuerpo se eriza al contacto
ardiente de tu fecundo vientre,
aún virginal templo del amor;
pero la ropa frena mis ataques y
por primera vez me atrevo a maldecir,
aunque sin hablar, tu negro ropaje.
No puedo calmar mis ímpetus y
tú no intentas detener mi avance,
antes bien, me preparas el camino
que conduce a la consumación
de nuestra deliciosa batalla carnal.
Quiero amarte hasta avanzada la noche,
no deseo estar sin ti cerca de mi.
Los TE AMO flotan en el aire y me
sorprendo al escucharlos saliendo
como una tempestad de mi garganta.
Mis dedos vagabundean investigando,
pasan por debajo de la tela y lo moral.
Esto me tiene al borde del deseo,
Me tiene en éxtasis de lujuria.
Mi piel toca la tuya y te arranca
un suspiro entrecortado que prueba
que me deseas tanto como yo a ti.
Mis ojos se extasían con el paisaje
que forman las curvas de tu cuerpo.
Mis dedos llegan al lugar deseado
y siento el fuego interior de tu vientre.
Mis labios llegan a tu corazón y mi
lengua hurga en los lugares cercanos,
peñascos llenos de vitalidad pecaminosa.
Quiero gritar que te deseo,
pero se que esto es un secreto,
que ya es momento de contenerme
y que debo ser más paciente.
Resulta imposible separarme de ti,
pero en tu nombre lo imposible se logra.
Debo esperar por aquella ocasión
en que nos podamos pertenecer y
nos entreguemos hasta la asfixia;
completamente, en arrebato de pasión
por toda la eternidad y una noche más.
Ahora me separo de tu cuerpo,
hablamos de ti y de mi, de que será el fin,
que esto es una bella despedida.
Digo hasta luego con un último beso
y atormentado por el mañana me alejo
llorando sabiendo que lo nuestro terminó;
y dándome cuenta tristemente
que si te vas te llevarás mi fuego
y que desde hoy estaré muerto.
Al menos lo estaré por ahora.
Pero en este morir vivo y vivir
muriendo en mi vacío interior,
esperaré con paciencia en soledad
a que regreses a mis brazos y
desees que continuemos este amoroso,
lujurioso y pasional acercamiento.
Nuevo aporte al foro. Espero que les agrade. Saludotes y no olviden comentar.