Respuesta: Novena Noir
Las grandes mentes están preparadas para todo excepto para el descanso.
Y aquí estoy corroborando esta premisa, justo en el lugar donde balearon al periodista Alek Rossenberg. Huellas de neumáticos de un coche que no está al alcance de todos los bolsillos; su derrape y ulterior aceleración me llevarán hasta su destino.
Una hora atrás Edo se comunicó con el enlace que unía los deseos de este prominente empresario y a la vez gangster protervo. Unos agentes de Edo intentaron en vano y de manera deficiente de eliminar a Alek Rossenberg y con tan poco cuidado y descuido fallaron.
Quería que su asesino silencioso terminara la obra inconclusa y mal elaborada. No hubo objeción de ninguna de las partes Alek perecería y Edo doblaría la cantidad.
Al fin una bodega abandonada en los muelles es el desenlace de la discreta persecución de la que nadie se ha percatado.
- Bastante inteligentes escondieron el auto unas cuadras antes en otra bodega; que lástima que cuando descendieron del carro volvieron a dejar huellas.
La ceniza de tabaco que iba dispersándose desde el vehículo hasta la bodega final y las huellas en un muelle siempre húmedo llevaron casi de la mano a Depulsoris hasta su objetivo.
Resguardada la entrada por 2 gigantes no fue difícil superarlos una cerbatana con un piquete en el cuello mandó en segundos a uno de ellos al asfalto; su compañero se hincó en el suelo para asistirlo mientras un bisturí se introducía ágilmente por su oído.
- Lamento la premura; no podrás convertirte en una de mis obras de arte. Es una pena.
Alek permanecía recostado en una banda y en las sombras, sigiloso una sombra mas danzaba promoviendo la anarquía entre las tinieblas estáticas e indiferentes.
Su acercamiento se detuvo abruptamente cuando una figura conocida que desenvolvía el enmohecido cajón de recuerdos afloró infranqueable en sus pupilas.
- Maggie…
CONTINUARA
Las grandes mentes están preparadas para todo excepto para el descanso.
Y aquí estoy corroborando esta premisa, justo en el lugar donde balearon al periodista Alek Rossenberg. Huellas de neumáticos de un coche que no está al alcance de todos los bolsillos; su derrape y ulterior aceleración me llevarán hasta su destino.
Una hora atrás Edo se comunicó con el enlace que unía los deseos de este prominente empresario y a la vez gangster protervo. Unos agentes de Edo intentaron en vano y de manera deficiente de eliminar a Alek Rossenberg y con tan poco cuidado y descuido fallaron.
Quería que su asesino silencioso terminara la obra inconclusa y mal elaborada. No hubo objeción de ninguna de las partes Alek perecería y Edo doblaría la cantidad.
Al fin una bodega abandonada en los muelles es el desenlace de la discreta persecución de la que nadie se ha percatado.
- Bastante inteligentes escondieron el auto unas cuadras antes en otra bodega; que lástima que cuando descendieron del carro volvieron a dejar huellas.
La ceniza de tabaco que iba dispersándose desde el vehículo hasta la bodega final y las huellas en un muelle siempre húmedo llevaron casi de la mano a Depulsoris hasta su objetivo.
Resguardada la entrada por 2 gigantes no fue difícil superarlos una cerbatana con un piquete en el cuello mandó en segundos a uno de ellos al asfalto; su compañero se hincó en el suelo para asistirlo mientras un bisturí se introducía ágilmente por su oído.
- Lamento la premura; no podrás convertirte en una de mis obras de arte. Es una pena.
Alek permanecía recostado en una banda y en las sombras, sigiloso una sombra mas danzaba promoviendo la anarquía entre las tinieblas estáticas e indiferentes.
Su acercamiento se detuvo abruptamente cuando una figura conocida que desenvolvía el enmohecido cajón de recuerdos afloró infranqueable en sus pupilas.
- Maggie…
CONTINUARA