- Registrado
- Sep 9, 2008
- Mensajes
- 14.711
Respuesta: Libro 4 : Arrrgh!!
Hombre:Lo siento, Milady, no tengo nada de lo que estas diciendo, pero puede que si buscas a un comerciante llamado Marcus...
Estuvo apunto de insultar de mil maneras al hombre allí mismo, en ese cuchitril oscuro, pero Isabela se contuvo, eso hubiera empeorado las cosas y no deseaba que lo hiciera aun mas. Ya estaban bastante mal por si solas, desde el maldito incendio de la posada.
Después de recuperarse y ver como sus cosas ardían sus remedio, que aunque no era la primera vez que perdía sus lujos, si era la primera en la que lo perdía todo... su dinero escondido en la habitación, casi todos sus mapas recolectados por años de trabajo... lo único que se había salvado era el fragmento del mapa que siempre llevaba en un lugar especial consigo, literalmente inalcanzable para cualquier ladrón, por muy experto que fuera y el dinero que le entrego Verjen, por lo que sus compañeros, que conocían mas o menos su carácter, no se extrañaron cuando ni les dio las gracias ( ni la palabra) a Lourke ni a Arjens ni al resto del grupo, manteniéndose apartada durante todo el viaje. Solo cuando llegaron al barco, se permitió algún contacto con el resto del grupo, ayudando un poco en las tareas, pero eso solo era parte de su plan, pues en cuanto tuvo la oportunidad, se escabullo y utilizando la oscuridad y cualquier cosa que sirviera de escondite temporal, salio del barco y se volvió a meter en las calles de Tortuga.
La razón era simple, pues ella aunque sabía que podía comprar sus lujos en el burdel, no iba a rebajarse de ese modo, pues pese a todo lo que había pasado desde su huida, aun tenía clase y prefería comprar objetos robados a costa de inocentes que comprar en un maldito hogar de prostitutas.
Así, se dirigió al mercado negro donde podía encontrar lo que buscaba, pero esta vez fue más cauta que nunca, con atención a cada ruido y sonido, evadiendo a la poca gente que caminaba a esas horas e incluso dando rodeos para evitar a posibles perseguidores.
Por fortuna, aunque tardo un poco, llego al mercado, encontrando con desilusión y rabia que nada de lo que buscaba, estaba allí, por lo que enfadada, retorno al barco, sabiendo que a pesar de que estaban a punto de zarpar, no podían hacerlo sin ella, aunque no le importaba si le encaraban eso o no. Pero lo hicieron, o al menos, uno de ellos lo hizo, en la entrada al muelle, aun un poco lejos del barco, estaba Loukre, que parecía estar buscándola y al verla:
Loukre:Ahí estas ¿ A donde te habías ido? Pensábamos que te habían secuestrado o algo.
Isabela: Callate ya, idiota, no soy la maldita doncella en apuros, se y lo que es más importante, quiero cuidarme sola.
Loukre: Lo se y respeto eso, pero aún así, estas en un grupo ahora y no puedes irte así como así, sin avisar a nadie, sobre todo si alguien esta buscando el pergamino que tu justamente llevas.
Isabela: Tienes razón, estoy en una tripulación pero eso no significa que aunque tu seas el capitán, tenga que obedecerte. Eres un ingenuo,inepto, inexperto, idiota y pobre que tiene que arreglárselas con un barcucho robado, una tripulación de desconocidos patéticos y un trozo de mapa roto. No pareces servir para capitán y si me contaron bien, Arjens puede que sea más apto para ese puesto ya que fue el que verdaderamente me salvo en el incendio, aunque tampoco se salva de ser un maldito presumido .Si quieres mis obediencia, ganate mi respeto y ahora, apartate.
Loukre vio como volvía al barco, tremendamente enfurecida y la dejo ir, a sabiendas que en su estado no se podía entrar en razón a la mujer, a la que parecía que la perdida de sus cosas le había afectado más de lo que parecía.
Resumen
Hombre:Lo siento, Milady, no tengo nada de lo que estas diciendo, pero puede que si buscas a un comerciante llamado Marcus...
Estuvo apunto de insultar de mil maneras al hombre allí mismo, en ese cuchitril oscuro, pero Isabela se contuvo, eso hubiera empeorado las cosas y no deseaba que lo hiciera aun mas. Ya estaban bastante mal por si solas, desde el maldito incendio de la posada.
Después de recuperarse y ver como sus cosas ardían sus remedio, que aunque no era la primera vez que perdía sus lujos, si era la primera en la que lo perdía todo... su dinero escondido en la habitación, casi todos sus mapas recolectados por años de trabajo... lo único que se había salvado era el fragmento del mapa que siempre llevaba en un lugar especial consigo, literalmente inalcanzable para cualquier ladrón, por muy experto que fuera y el dinero que le entrego Verjen, por lo que sus compañeros, que conocían mas o menos su carácter, no se extrañaron cuando ni les dio las gracias ( ni la palabra) a Lourke ni a Arjens ni al resto del grupo, manteniéndose apartada durante todo el viaje. Solo cuando llegaron al barco, se permitió algún contacto con el resto del grupo, ayudando un poco en las tareas, pero eso solo era parte de su plan, pues en cuanto tuvo la oportunidad, se escabullo y utilizando la oscuridad y cualquier cosa que sirviera de escondite temporal, salio del barco y se volvió a meter en las calles de Tortuga.
La razón era simple, pues ella aunque sabía que podía comprar sus lujos en el burdel, no iba a rebajarse de ese modo, pues pese a todo lo que había pasado desde su huida, aun tenía clase y prefería comprar objetos robados a costa de inocentes que comprar en un maldito hogar de prostitutas.
Así, se dirigió al mercado negro donde podía encontrar lo que buscaba, pero esta vez fue más cauta que nunca, con atención a cada ruido y sonido, evadiendo a la poca gente que caminaba a esas horas e incluso dando rodeos para evitar a posibles perseguidores.
Por fortuna, aunque tardo un poco, llego al mercado, encontrando con desilusión y rabia que nada de lo que buscaba, estaba allí, por lo que enfadada, retorno al barco, sabiendo que a pesar de que estaban a punto de zarpar, no podían hacerlo sin ella, aunque no le importaba si le encaraban eso o no. Pero lo hicieron, o al menos, uno de ellos lo hizo, en la entrada al muelle, aun un poco lejos del barco, estaba Loukre, que parecía estar buscándola y al verla:
Loukre:Ahí estas ¿ A donde te habías ido? Pensábamos que te habían secuestrado o algo.
Isabela: Callate ya, idiota, no soy la maldita doncella en apuros, se y lo que es más importante, quiero cuidarme sola.
Loukre: Lo se y respeto eso, pero aún así, estas en un grupo ahora y no puedes irte así como así, sin avisar a nadie, sobre todo si alguien esta buscando el pergamino que tu justamente llevas.
Isabela: Tienes razón, estoy en una tripulación pero eso no significa que aunque tu seas el capitán, tenga que obedecerte. Eres un ingenuo,inepto, inexperto, idiota y pobre que tiene que arreglárselas con un barcucho robado, una tripulación de desconocidos patéticos y un trozo de mapa roto. No pareces servir para capitán y si me contaron bien, Arjens puede que sea más apto para ese puesto ya que fue el que verdaderamente me salvo en el incendio, aunque tampoco se salva de ser un maldito presumido .Si quieres mis obediencia, ganate mi respeto y ahora, apartate.
Loukre vio como volvía al barco, tremendamente enfurecida y la dejo ir, a sabiendas que en su estado no se podía entrar en razón a la mujer, a la que parecía que la perdida de sus cosas le había afectado más de lo que parecía.
Resumen
Isabela, luego de llegar al barco, se escabulle y se va al mercado negro de Tortuga en busca de algo que repare sus lujos, sin exito alguno vuelve, encontrandose con Lukra, insultandole y diciendole que no le obedecera hasta que se gane su respeto.