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- Jul 11, 2011
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España y Cataluña, desde mi punto de vista no profesional, alcanzaron un impasse.
Después de la locura del fin de semana (una locura, señores, una LOCURA), ya no se trata sólo de si Cataluña se independiza o no... ahora el pueblo de España (del que legalmente formo parte) debería replantearse qué MIERDA está haciendo un fascista en el poder.
Porque sólo un fascista convoca a las fuerzas armadas para reprimir a su población. Entiéndase reprimir como ejecutar la violencia y el poder de las armas sobre aquellos civiles que no van armados, y que acorde a la ley, no pueden esgrimir armas en contra del poder establecido. Y solamente porque se reunieron a VOTAR. Ilegal o no ilegal, votar es el acto básico y elemental de cualquier democracia. Después podemos discutir el valor que tiene la democracia en sí, pero en una nación que se considera a sí misma democrática, que la administración de turno despliegue las armas para acallar la opinión de su gente es básicamente lo mismo a que empiece a ondear banderas fascistas.
En un mundo en donde el pensamiento lógico y racional estuviese a la orden del día, el estado español meditaría muy seriamente sus acciones pasadas y futuras, y, ante la presión de adentro y de afuera, empezaría a hacer concesiones. Se bajaría los pantalones y dejaría el culo dispuesto para que Cataluña presente sus condiciones para seguir siendo parte de España. Porque lo que hicieron el domingo pasado no fue vergonzoso, fue directamente INACEPTABLE. Una conducta MEDIEVAL en un país que, hasta la semana pasada, todos estábamos de acuerdo en que formaba parte del "primer mundo".
Pero sabemos que eso no va a pasar. Un gobierno cuya primera decisión cuando una parte de su pueblo decide votar de manera "inconstitucional" es lanzarle los perros para que los dejen a todos hospitalizados, es un gobierno que no tiene dos dedos de frente para liderar correctamente y tomar decisiones basadas en la tolerancia, el respeto y la justicia. Van a volver a reprimir, y cuando lo hagan, en las semanas, meses y años venideros (si acaso la situación no se resuelve antes), van a crear una revolución.
El pueblo catalán va a montar un jaleo que ni te imaginas, donde terceros lo van a comparar con ETA, con IRA, con cualquier otro movimiento revolucionario armado, y se va a desatar una guerra civil jamás declarada. Y entonces, con suerte, alguien va a intervenir antes de que las pérdidas humanas se cuenten en números de cuatro dígitos (o peor).
Es una pena, en verdad. Y ante la situación de mierda que se viene, espero que las cosas terminen siendo mucho menos trágicas de lo que me imagino.
Después de la locura del fin de semana (una locura, señores, una LOCURA), ya no se trata sólo de si Cataluña se independiza o no... ahora el pueblo de España (del que legalmente formo parte) debería replantearse qué MIERDA está haciendo un fascista en el poder.
Porque sólo un fascista convoca a las fuerzas armadas para reprimir a su población. Entiéndase reprimir como ejecutar la violencia y el poder de las armas sobre aquellos civiles que no van armados, y que acorde a la ley, no pueden esgrimir armas en contra del poder establecido. Y solamente porque se reunieron a VOTAR. Ilegal o no ilegal, votar es el acto básico y elemental de cualquier democracia. Después podemos discutir el valor que tiene la democracia en sí, pero en una nación que se considera a sí misma democrática, que la administración de turno despliegue las armas para acallar la opinión de su gente es básicamente lo mismo a que empiece a ondear banderas fascistas.
En un mundo en donde el pensamiento lógico y racional estuviese a la orden del día, el estado español meditaría muy seriamente sus acciones pasadas y futuras, y, ante la presión de adentro y de afuera, empezaría a hacer concesiones. Se bajaría los pantalones y dejaría el culo dispuesto para que Cataluña presente sus condiciones para seguir siendo parte de España. Porque lo que hicieron el domingo pasado no fue vergonzoso, fue directamente INACEPTABLE. Una conducta MEDIEVAL en un país que, hasta la semana pasada, todos estábamos de acuerdo en que formaba parte del "primer mundo".
Pero sabemos que eso no va a pasar. Un gobierno cuya primera decisión cuando una parte de su pueblo decide votar de manera "inconstitucional" es lanzarle los perros para que los dejen a todos hospitalizados, es un gobierno que no tiene dos dedos de frente para liderar correctamente y tomar decisiones basadas en la tolerancia, el respeto y la justicia. Van a volver a reprimir, y cuando lo hagan, en las semanas, meses y años venideros (si acaso la situación no se resuelve antes), van a crear una revolución.
El pueblo catalán va a montar un jaleo que ni te imaginas, donde terceros lo van a comparar con ETA, con IRA, con cualquier otro movimiento revolucionario armado, y se va a desatar una guerra civil jamás declarada. Y entonces, con suerte, alguien va a intervenir antes de que las pérdidas humanas se cuenten en números de cuatro dígitos (o peor).
Es una pena, en verdad. Y ante la situación de mierda que se viene, espero que las cosas terminen siendo mucho menos trágicas de lo que me imagino.