Respuesta: Genesis Vampirico: Resucitemos el rol /
esto del libro de los tremere me habia resultado gracioso, como ven ellos el mundo
LOS TREMERE Y EL MUNDO
esto del libro de los tremere me habia resultado gracioso, como ven ellos el mundo
LOS TREMERE Y EL MUNDO
Los Mundanos. El único medio fiable para mantener nuestro poder temporal. Son herramientas en nuestras manos, la
carne de nuestro espíritu. Somos sus guardianes y sus señores. Trátalos como tratarías a un valioso ganado.
El Arcanum. Generalmente inofensivos, si les damos la información adecuada siempre actúan como queremos. Tienen
fuentes de información no accesibles para nosotros, que nos podrían ser muy útiles con su cooperación. Los rumores de
que tienen un misterioso conocimiento que nosotros tememos no son ciertos, ¡y nos ocuparemos de quienes extienden
esas mentiras!.
La Inquisición. Peligrosos fanáticos que temen el conocimiento y los logros. a veces sus métodos obtienen resultado,
pero son demasiado toscos y obvios para suponer una amenaza. Despístalos con pistas falsas y presas menores.
La Camarilla. Una bendición dada a los Vástagos por los más sabios de entre nosotros. En el seno de la Mascarada,
podemos alcanzar nuestras propias metas y vivir en paz.
El Inconnu. Un tenebroso grupo que disfrazan sus ancestrales planes de dominio con la mentira de una búsqueda
espiritual. No te fíes de sus palabras ni de sus actos. Nos destruirían a todo si pudieran.
El Sabbat. Siempre hemos estado contra ellos. Destruirían al resto de los Vástagos, tirando la Mascarada por la borda
en su loca búsqueda de un dominio irresponsable. Escucha sus cantos de sirena, pero informa a tu superior.
Assamitas. Seguidores de un código, y dignos de confianza hasta ese punto, están ciegos a otras posibilidades, y es
imposible desviar su curso de acción. Trátalos con cuidado. Se enfurecen con rapidez y son difíciles de apaciguar.
Tienen razones especiales para odiarnos y es más probable que acepten contratos contra nosotros que a nuestro favor.
Brujah. La rebelión es una manifestación del espíritu del cambio, pero todo cambio lleva de vuelta al principio. Dales
desafíos con los que ponerse a prueba y otras tareas sin sentido para tenerles ocupados. Es fácil neutralizarlos.
Gangrel. Admira su fuerza independiente, pero no te fíes de sus metas. Luchan por el desorden y todo aquello a lo que
nosotros nos oponemos. Promételes todo, pero no les des nada.
Giovanni. Potencialmente nuestros peores enemigos. Todos los Tremere deberían consagrarse a la eliminación
definitiva de esas degeneradas e incestuosas criaturas. Los Giovanni y su magia no muerta son un flagrante crimen
contra la naturaleza y la Camarilla.
Malkavian. A veces entretienen, pero por lo general son una molestia. La psicología inversa es muy eficaz con ellos,
pero ellos mismos vuelven a invertirla enseguida. Mantén la guardia frente a las trampas de la lógica
indiscriminadamente aplicada, y cuídate de las fintas dentro de las fintas dentro de las fintas.
Nosferatu. No dejes que las apariencias te engañen. Estos profundos pensadores tienen conocimientos que nos pueden
ser útiles, o que pueden ser usados contra nosotros. Bien recompensados, son buenos agentes.
Ravnos. Aunque son independientes e impredecibles, es fácil manipularlos como grupos o individuos. Déjales la
libertad de elegir lo que tú quieres que hagan. Los más poderosos entre ellos parecen encontrar un placer especial en
molestarnos, pero ni siquiera ellos son más que mosquitos en torno a un tigre.
Salubri. Destruye a todo el que encuentres.
Setitas. Una oscura secta basada en las fallidas premisas de una religión olvidada. No importa lo que digan, no se han
infiltrado entre nosotros y convertido al clan entero en sus peones. Lo contrario está más cerca de la verdad.
Toreador. Lisonjas y respeto es todo lo que hace falta para complacerles. Hazles cumplidos a todos, y deja que
discutan sobre quién recibió más.
Ventrue. Están a favor del orden, como nosotros. Desean el control, así que dáselo, pero reservando el verdadero poder
para nosotros.
Príncipes. Los que compiten por ganarse el favor de un Príncipe están acostumbrados a presentarse ante él llevando lo
que considera más precioso, o lo que más deleite le causa. Hónrales y obedéceles, pues gobiernan donde nosotros no lo
hacemos.
carne de nuestro espíritu. Somos sus guardianes y sus señores. Trátalos como tratarías a un valioso ganado.
El Arcanum. Generalmente inofensivos, si les damos la información adecuada siempre actúan como queremos. Tienen
fuentes de información no accesibles para nosotros, que nos podrían ser muy útiles con su cooperación. Los rumores de
que tienen un misterioso conocimiento que nosotros tememos no son ciertos, ¡y nos ocuparemos de quienes extienden
esas mentiras!.
La Inquisición. Peligrosos fanáticos que temen el conocimiento y los logros. a veces sus métodos obtienen resultado,
pero son demasiado toscos y obvios para suponer una amenaza. Despístalos con pistas falsas y presas menores.
La Camarilla. Una bendición dada a los Vástagos por los más sabios de entre nosotros. En el seno de la Mascarada,
podemos alcanzar nuestras propias metas y vivir en paz.
El Inconnu. Un tenebroso grupo que disfrazan sus ancestrales planes de dominio con la mentira de una búsqueda
espiritual. No te fíes de sus palabras ni de sus actos. Nos destruirían a todo si pudieran.
El Sabbat. Siempre hemos estado contra ellos. Destruirían al resto de los Vástagos, tirando la Mascarada por la borda
en su loca búsqueda de un dominio irresponsable. Escucha sus cantos de sirena, pero informa a tu superior.
Assamitas. Seguidores de un código, y dignos de confianza hasta ese punto, están ciegos a otras posibilidades, y es
imposible desviar su curso de acción. Trátalos con cuidado. Se enfurecen con rapidez y son difíciles de apaciguar.
Tienen razones especiales para odiarnos y es más probable que acepten contratos contra nosotros que a nuestro favor.
Brujah. La rebelión es una manifestación del espíritu del cambio, pero todo cambio lleva de vuelta al principio. Dales
desafíos con los que ponerse a prueba y otras tareas sin sentido para tenerles ocupados. Es fácil neutralizarlos.
Gangrel. Admira su fuerza independiente, pero no te fíes de sus metas. Luchan por el desorden y todo aquello a lo que
nosotros nos oponemos. Promételes todo, pero no les des nada.
Giovanni. Potencialmente nuestros peores enemigos. Todos los Tremere deberían consagrarse a la eliminación
definitiva de esas degeneradas e incestuosas criaturas. Los Giovanni y su magia no muerta son un flagrante crimen
contra la naturaleza y la Camarilla.
Malkavian. A veces entretienen, pero por lo general son una molestia. La psicología inversa es muy eficaz con ellos,
pero ellos mismos vuelven a invertirla enseguida. Mantén la guardia frente a las trampas de la lógica
indiscriminadamente aplicada, y cuídate de las fintas dentro de las fintas dentro de las fintas.
Nosferatu. No dejes que las apariencias te engañen. Estos profundos pensadores tienen conocimientos que nos pueden
ser útiles, o que pueden ser usados contra nosotros. Bien recompensados, son buenos agentes.
Ravnos. Aunque son independientes e impredecibles, es fácil manipularlos como grupos o individuos. Déjales la
libertad de elegir lo que tú quieres que hagan. Los más poderosos entre ellos parecen encontrar un placer especial en
molestarnos, pero ni siquiera ellos son más que mosquitos en torno a un tigre.
Salubri. Destruye a todo el que encuentres.
Setitas. Una oscura secta basada en las fallidas premisas de una religión olvidada. No importa lo que digan, no se han
infiltrado entre nosotros y convertido al clan entero en sus peones. Lo contrario está más cerca de la verdad.
Toreador. Lisonjas y respeto es todo lo que hace falta para complacerles. Hazles cumplidos a todos, y deja que
discutan sobre quién recibió más.
Ventrue. Están a favor del orden, como nosotros. Desean el control, así que dáselo, pero reservando el verdadero poder
para nosotros.
Príncipes. Los que compiten por ganarse el favor de un Príncipe están acostumbrados a presentarse ante él llevando lo
que considera más precioso, o lo que más deleite le causa. Hónrales y obedéceles, pues gobiernan donde nosotros no lo
hacemos.