Partimos.
Maquinas de invierno. Primera parte.
Winter City, la ciudad más fría que puede existir en el mundo, calles blancas cubiertas de nieve, mujeres frías y hombres de la misma clase. Pero hay algo en su frio invierno, en su blanca nieve, en sus gentes, aquí hay tecnología y no de cualquier clase. Dicen que Asimov paso por aquí buscando unos escritos de Tesla con los que finalmente mantendría el motor de gravedad que permite funcionar a Elysium. Pero yo no ando buscándolos, no soy un ratero, un cazarrecompensas o algún geek informático semi loco. No, yo soy algo diferente.
-Ignis activa anotación del diario #57472. Ordeno, sabiendo que puede no funcionar.
-Activada
Bien, comienza a grabar:
Tecno Black, me dirijo al muelle de Winter a buscar donde según mis fuentes se encuentran unos pandilleros simples, creo que tienen material tecnológico peligroso. Esperar actualización.
-Ignis, activar red.
-No- Con un tono digitalmente seco
-¿Qué? ¡Te dije que activaras la red maldita chatarra!
-No- Con el mismo tono
-Bien, bien, así vamos a jugar.
La distancia que cubre el viaje del centro de la ciudad al muelle son solo treinta minutos, en este momento Deke se encontraba precisamente en el minuto veinte nueve, a cortos pasos de entrar.
-Abrir anotación-
Estoy en el muelle, sin cambios. Esperar actualización.
-Ahora, por favor Ignis activa la maldita red-
-Bien-
Se abren ante mí como siempre la vasta red, aun no logro entenderlo bien pero por algunas cosas que he logrado escucharle al Ignis mientras “duerme” es que está conectado al corazón del internet. Cosa loca. Chupo toda la información que se encuentra en la red, se va amontonando en mi cabeza.
10110101010101011010101¡Diosminoviomedejo!0100110101010010101Estosmetasseguronsocosasdelgobierno0101010101101¿Dóndeestanlosaliens?010101010110
-Maldición- suspiro.
-Hey, chico, no puedes golpearme así-
No logro darme cuenta de donde proviene la voz, espero un momento y la vuelvo a escuchar.
-¿Acaso estas mudo? Al menos dame una disculpa- Es un tono digital, del mismo que usa el Ignis.
Miro hacia los lados y lo logro divisar, es un cubo Comp. muy populares en estos días. Esta muy gastado, seguro es de los modelos antiguos.
-Esto… ¿Disculpe? Señor Comp?- las maquinas me hablan, si lo sé, suena loco.
-Llámame Henry muchacho, ¿Qué te trae por aquí?-
-Estoy buscando unos mafiosos ¡Esperaespera! ¿Cómo es que no te sorprende que pueda comunicarme contigo?- Me sorprendo, las maquinas suelen tener la misma reacción cuando notan que yo las escucho pero extrañamente Henry no la tiene. Estoy extrañado.
-¿Cómo no conocerte? Eres ese chico… ¿Cómo te llamas? ¿Goliath Ghost? ¿Techno Jack? ¿Batman? ¡Bah! Tu nombre no importa. ¿Nunca oíste de la red cyberintal?- Henry suena como mi padre, seguro debe tener unos quince años de edad pero como bien he aprendido las maquinas no envejecen de la misma manera.
-Pues...no- Suspiro
-Vayan, si que estas verde y yo que creía que las maquinas ya te habían contado de la red. Bien, bien, hagámoslo simple: Todas las maquinas están conectadas, es una gran corriente invisible y nosotros la llamamos cybeintal ¿Quién la construyo? Ni idea, seguro fue Asimov o Tesla o quizás Hitler, no me preocupo por eso-
Lo tomo con las manos y lo observo lentamente, le doy una orden mental al Ignis para que lo escanee y como siempre lo niega.
-Vaya, sí que es sorpresivo esto ¿Entonces existe una red de la que yo no tenía idea?... ¡ESPERAESPERAESPERA! ¡Dios! Casi lo olvido por completo. ¿No viste por aquí unos pandilleros?- <Diablos, diablos, diablos, pienso>
-Pues creo que están por ahí atrás, cuidado chico tienen tecnología que ni el Viejo Joe ha visto antes-
Me despido con un gesto amable, las maquinas parecen ser mucho menos frías que las personas últimamente.
El salón B de muelle es donde están los criminales, mis contactos me han informado un poco de sus cosas, pero como todo lo que se publica en lo internet no sé lo que es real o lo que inventaron algunos chiquillos intentando divertirse.
-Ignis, protocolo A. Negro, necesito información-
-Activado-
¡Vaya! Al parecer esta vez puede irme bien.
Mis ojos se llenan de datos pero esta vez es diferente, veo lentamente cada una de las armas:
Pistolas gravitatorias, balas negativas y algo que parecer ser una mezcla de si un virus tecnológico conociera a los anticuerpos.
-Fuente de energía detectada. Absorber. Absorber-
El Ignis se pone loco de un momento a otro, obliga a mi cuerpo a saltar frente a ellos.
-Bueno, bueno, ¿Es idea mía o su operación se acaba de ir a la mierda?- Intento parecer confiado.
Sin diálogos, solo disparan.
Verán, las balas de gravedad son cosa seria, afectan el campo en un radio de unos tres metros e impiden manipular la tecnología, es casi como si cerraran mi campo de efecto, las balas negativas son otras cosas, invierten la polaridad de las cosas y si te impactan directamente te pueden llegar a paralizar completamente
<No. Dejes. Que. Te. Toquen. Me repito en mi cabeza> <No dejes. Una vez más>
Intento pedirle a Ignis que pueda trazar un plan pero como siempre no lo hace, mi única posibilidad es intentar convencer a las maquinas. Me conecto a la red tratando de buscar sus nodos sensoriales, a pesar de que algunas son realmente tercas Ignis un par de impulsos bio-electronicos las convence de ayudarme.
De un momento a otro la gravedad cambian y los tipos quedan inconscientes, respiro profundamente antes de volver en mí mismo. El Ignis toma el control de mi cuerpo, se acerca a donde estaba el anticuerpo y lo absorbe completamente.
Mi mente se siente cansada, pierdo el conocimiento y creo que caigo en un sueño…
Maquinas de invierno. Primera parte.
Winter City, la ciudad más fría que puede existir en el mundo, calles blancas cubiertas de nieve, mujeres frías y hombres de la misma clase. Pero hay algo en su frio invierno, en su blanca nieve, en sus gentes, aquí hay tecnología y no de cualquier clase. Dicen que Asimov paso por aquí buscando unos escritos de Tesla con los que finalmente mantendría el motor de gravedad que permite funcionar a Elysium. Pero yo no ando buscándolos, no soy un ratero, un cazarrecompensas o algún geek informático semi loco. No, yo soy algo diferente.
-Ignis activa anotación del diario #57472. Ordeno, sabiendo que puede no funcionar.
-Activada
Bien, comienza a grabar:
Tecno Black, me dirijo al muelle de Winter a buscar donde según mis fuentes se encuentran unos pandilleros simples, creo que tienen material tecnológico peligroso. Esperar actualización.
-Ignis, activar red.
-No- Con un tono digitalmente seco
-¿Qué? ¡Te dije que activaras la red maldita chatarra!
-No- Con el mismo tono
-Bien, bien, así vamos a jugar.
La distancia que cubre el viaje del centro de la ciudad al muelle son solo treinta minutos, en este momento Deke se encontraba precisamente en el minuto veinte nueve, a cortos pasos de entrar.
-Abrir anotación-
Estoy en el muelle, sin cambios. Esperar actualización.
-Ahora, por favor Ignis activa la maldita red-
-Bien-
Se abren ante mí como siempre la vasta red, aun no logro entenderlo bien pero por algunas cosas que he logrado escucharle al Ignis mientras “duerme” es que está conectado al corazón del internet. Cosa loca. Chupo toda la información que se encuentra en la red, se va amontonando en mi cabeza.
10110101010101011010101¡Diosminoviomedejo!0100110101010010101Estosmetasseguronsocosasdelgobierno0101010101101¿Dóndeestanlosaliens?010101010110
-Maldición- suspiro.
-Hey, chico, no puedes golpearme así-
No logro darme cuenta de donde proviene la voz, espero un momento y la vuelvo a escuchar.
-¿Acaso estas mudo? Al menos dame una disculpa- Es un tono digital, del mismo que usa el Ignis.
Miro hacia los lados y lo logro divisar, es un cubo Comp. muy populares en estos días. Esta muy gastado, seguro es de los modelos antiguos.
-Esto… ¿Disculpe? Señor Comp?- las maquinas me hablan, si lo sé, suena loco.
-Llámame Henry muchacho, ¿Qué te trae por aquí?-
-Estoy buscando unos mafiosos ¡Esperaespera! ¿Cómo es que no te sorprende que pueda comunicarme contigo?- Me sorprendo, las maquinas suelen tener la misma reacción cuando notan que yo las escucho pero extrañamente Henry no la tiene. Estoy extrañado.
-¿Cómo no conocerte? Eres ese chico… ¿Cómo te llamas? ¿Goliath Ghost? ¿Techno Jack? ¿Batman? ¡Bah! Tu nombre no importa. ¿Nunca oíste de la red cyberintal?- Henry suena como mi padre, seguro debe tener unos quince años de edad pero como bien he aprendido las maquinas no envejecen de la misma manera.
-Pues...no- Suspiro
-Vayan, si que estas verde y yo que creía que las maquinas ya te habían contado de la red. Bien, bien, hagámoslo simple: Todas las maquinas están conectadas, es una gran corriente invisible y nosotros la llamamos cybeintal ¿Quién la construyo? Ni idea, seguro fue Asimov o Tesla o quizás Hitler, no me preocupo por eso-
Lo tomo con las manos y lo observo lentamente, le doy una orden mental al Ignis para que lo escanee y como siempre lo niega.
-Vaya, sí que es sorpresivo esto ¿Entonces existe una red de la que yo no tenía idea?... ¡ESPERAESPERAESPERA! ¡Dios! Casi lo olvido por completo. ¿No viste por aquí unos pandilleros?- <Diablos, diablos, diablos, pienso>
-Pues creo que están por ahí atrás, cuidado chico tienen tecnología que ni el Viejo Joe ha visto antes-
Me despido con un gesto amable, las maquinas parecen ser mucho menos frías que las personas últimamente.
El salón B de muelle es donde están los criminales, mis contactos me han informado un poco de sus cosas, pero como todo lo que se publica en lo internet no sé lo que es real o lo que inventaron algunos chiquillos intentando divertirse.
-Ignis, protocolo A. Negro, necesito información-
-Activado-
¡Vaya! Al parecer esta vez puede irme bien.
Mis ojos se llenan de datos pero esta vez es diferente, veo lentamente cada una de las armas:
Pistolas gravitatorias, balas negativas y algo que parecer ser una mezcla de si un virus tecnológico conociera a los anticuerpos.
-Fuente de energía detectada. Absorber. Absorber-
El Ignis se pone loco de un momento a otro, obliga a mi cuerpo a saltar frente a ellos.
-Bueno, bueno, ¿Es idea mía o su operación se acaba de ir a la mierda?- Intento parecer confiado.
Sin diálogos, solo disparan.
Verán, las balas de gravedad son cosa seria, afectan el campo en un radio de unos tres metros e impiden manipular la tecnología, es casi como si cerraran mi campo de efecto, las balas negativas son otras cosas, invierten la polaridad de las cosas y si te impactan directamente te pueden llegar a paralizar completamente
<No. Dejes. Que. Te. Toquen. Me repito en mi cabeza> <No dejes. Una vez más>
Intento pedirle a Ignis que pueda trazar un plan pero como siempre no lo hace, mi única posibilidad es intentar convencer a las maquinas. Me conecto a la red tratando de buscar sus nodos sensoriales, a pesar de que algunas son realmente tercas Ignis un par de impulsos bio-electronicos las convence de ayudarme.
De un momento a otro la gravedad cambian y los tipos quedan inconscientes, respiro profundamente antes de volver en mí mismo. El Ignis toma el control de mi cuerpo, se acerca a donde estaba el anticuerpo y lo absorbe completamente.
Mi mente se siente cansada, pierdo el conocimiento y creo que caigo en un sueño…
Última edición: