José Frontera y el Prolongado adios

Thor_Maltese

Leyenda épica
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May 20, 2008
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Marvel hizo relanzamiento, DC hizo reboot. Y yo hago algo mas honesto, una reimaginacion de los orígenes de José Frontera. En el presente post les dejo el primer episodio de esta historia en la que estoy trabajando :victoria:

[FONT=&quot]Las cercanías de Ciudad Verne, la capital de Titán, fue donde dos fieros escuadrones aéreos de la Federación Planetaria y las fuerzas de ocupación de la Unión Colonial chocaron. Uno abriría una brecha para entrar y el otro trataría de evitarlo. [/FONT]
[FONT=&quot]—Finalmente apareció ¿Puedes verlo?—le preguntó Verónica Wiesse, la capitán de las fuerzas de ocupación a su asistente. [/FONT]
[FONT=&quot]— ¿A quien, Capitán?—comentó el asistente, mirando por la pantalla del acorazado terrestre como las naves enemigas se desplegaban.[/FONT]
[FONT=&quot]—Te recomiendo que mantengas los ojos fijos en esa nave esa pintada de azul que está rompiendo la formación. De seguro quiere atacar fugazmente.[/FONT]
[FONT=&quot]La nave que interesaba a la capitán era un modelo monoplaza “Gavilán”, piloteado por José Frontera, uno de los ases de la Federación, unos le apodaba “El Caballero de los cielos” por su forma galante y noble con los suyos y con los prisioneros de guerra, otros le apodan “El sable de las estrellas” ya que sus ataques eran rápidos, elegantes y mortales[/FONT]
[FONT=&quot]—Deberíamos sentirnos honrados por su presentación ¿No crees? De seguro buscará a alguien digno, con el cual medirse. —comentó la capitán, mientras agitaba su copa de vino y recordando quien cumplía aquellas características entre los hombres bajo sus órdenes.[/FONT]
[FONT=&quot]— ¿Le ordeno al escuadrón que lo siga? Prácticamente los suyos lo están dejando solo, capitán. —indicó el asistente mientras procesaba la información que veía desde aquella pantalla digital.[/FONT]
[FONT=&quot]—No. Quiero que se mida con el Capitán Dimitri, ordénale que tenga permiso a atacar a Frontera. —finalmente dijo la capitán, ya que por la cara de preocupación que tenía su asistente necesitaba una orden de inmediato. Muy pocos pilotos eran así de audaces y los que hacían eso, terminaban en el suelo derribados, ese era el costo de tal osadía. [/FONT]
[FONT=&quot]Y así realmente fue como sucedió el duelo entre Dimitri Winnick Capitán del Escuadrón doce de la Unión Colonial y José Frontera piloto a quien poco le importaba su rango militar del Escuadrón Ocho de la Federación Planetaria, en los cielos de la luna de Júpiter; aquel enfrentamiento entre valientes hombres, parecía uno de antaño, como los que escribió Alejandro Dumas. [/FONT]
[FONT=&quot]Dimitri le daba cacería a José, pero era evidente que uno le hacía honor a su apellido, esquivando el fuego disparado por su rival y realizando maniobras espectaculares. [/FONT]
[FONT=&quot]Un vertiginoso ataque en picada le dio final a la pequeña batalla, Dimitri cayó aquel día. La Federación tuvo la primera victoria, siempre se confiaban en la frase “pegar rápido y pegar duro”; sus ataques, en especial los aéreos, seguían aquella frase cabalmente; la Federación Planetaria siempre se sintió orgullosa de su poder en el cielo, sus naves espaciales eran feroces enemigos para la naciente fuerza aérea de la Unión Colonial.[/FONT]
[FONT=&quot]— ¡Es magnifico!—exclamó Verónica después de ver aquella derrota a uno de los suyos—; es una lástima que entre mis pilotos no se encuentre uno que se compare a ti, José. Pero ¡Ya basta de juegos, veamos que tal te va contra fuego anti aéreo y los vehículos de asalto![/FONT]
[FONT=&quot]Aquel cielo ya no parecía tan amistoso después de aquellas palabras, muchas naves comenzaron a caer cuales moscas cuando irrumpieron en escena toda la artillería anti aérea, la cual estaba bien escondida del fuego aéreo. Ciertamente, la Unión le dio un giro a la batalla. [/FONT]
[FONT=&quot]—Y te aferras al cielo, no es para menos, es tu elemento. Tu enorme determinación es admirable—ilustró la capitán Wiesse; luego le ordenó a lo que quedaba de sus combatientes voladores la retirada. [/FONT]
[FONT=&quot]—Con todo el respeto que merece Capitán Wiesse, nosotros no nos retiraremos del cielo, así caigamos por el fuego amigo—dijo desafiante el joven sargento de lo que quedaba del apoyo aéreo, mientras trataba de comunicarse con su superior, ya que el que tenía en el cielo había caído horas atrás.[/FONT]
[FONT=&quot]—Entonces ¡Que así sea! ¡Intensifiquen el fuego anti aéreo y que “La Cobra Real” entre al combate!—exclamó furiosa la capitán. Si había algo que la molestaba era que sus propias tropas no aceptasen sus “sencillas” órdenes. Después de ver como caía el avión de aquel sargento, una macabra sonrisa se dibujó en el rostro de Verónica. —Y que eso te enseñe algo ¡Nadie desafía mis órdenes! Así que espero que aprendas tu lección después de tu caída, sargento.[/FONT]
[FONT=&quot]“La Cobra Real” era el temible vehículo terrestre de asalto predilecto del capitán Wiesse. Un poderoso tanque con dos temibles cañones, misiles anti aéreos y un fuerte blindaje, lo hacía un ingenio casi imposible de atacar. Verónica era la mano derecha del General del destacamento del Estado Mayor de las Fuerzas de la Unión Planetaria estacionado en Titán, no por nada le habían asignado tal ingenio militar. [/FONT]
[FONT=&quot]Naves de la Unión como de la Federación caían por igual, mientras que José como podía trataba de reunir lo que quedaba de sus aliados y retirarse. Pero no lo logró, un pedazo de metal, quizás de una nave alcanzada por el fuego enemigo o algún fragmento de algún explosivo disparado, alcanzó el motor derecho de su nave y comenzó a perder altura. [/FONT]
[FONT=&quot]La fortuna fue generosa con José al dejarlo sobrevivir después de aquella fatal caída, aunque su nave no corrió con tan buena suerte.[/FONT]
[FONT=&quot]Al abrir con violencia la cabina, y ver aquel campo se sintió lleno de horror por lo que estaba viendo; pilotos malheridos, encerrados en féretros de metal los cuales, horas atrás, eran las naves con las que surcaban el cielo.[/FONT]
[FONT=&quot]— ¡Auxilio! ¡Necesito ayuda!—escuchó José una voz en las cercanías.[/FONT]
[FONT=&quot]Al acercarse, se percató que era un soldado del bando contrario; la cara de aquel piloto denotó angustia. No por lo que le pasaría si salía de aquella cabina, sino por la fuga de combustible que estaba llegando y que si llegaba a aquellas chispas que salían del tablero, no sobreviviría para contarlo.[/FONT]
[FONT=&quot]Velozmente José comenzó a forzar los mecanismos de apertura de la cabina, desesperadamente logró sacar al piloto para luego correr y ver como aquella máquina volaba en pedazos desde un lugar seguro, la pequeña colina cercana a su nave también hecha pedazos. A pesar de todo, el soldado se salvó de una muerte segura.[/FONT]
[FONT=&quot]—Piloto Jeremías Van Green del Octavo Escuadrón aéreo espacial de la Unión Colonial. Agradecido por su ayuda, señor. —se presentó aquel joven soldado haciendo el saludo militar de forma inmediata.[/FONT]
[FONT=&quot]—Capitán José Frontera del Décimo Escuadrón aéreo espacial de la Federación Planetaria. Puede descansar soldado—respondió José correspondiendo el saludo marcial aunque con un poco de agotamiento en su respuesta—; Y dígame soldado ¿Cómo lo derribaron?[/FONT]
[FONT=&quot]—Fue por “Fuego Aliado”, señor. Lo que quedaba de mi escuadrón después de su llegada no aceptó la orden de la Capitán del Estado Mayor y nos dispararon. Somos afortunados, señor. —respondió Jeremías al instante, sin apartar su vista de José. [/FONT]
[FONT=&quot]—Y ¿Qué le motiva decir eso, soldado?—le preguntó curioso José después de que escuchó tan extraña respuesta.[/FONT]
[FONT=&quot]—Señor, creo que es evidente. Nadie ha sobrevivido a un ataque del vehículo de asalto favorito de nuestra temperamental capitán, “La Cobra Real”. Es la cosa más letal que he visto y perdone el comentario tan informal. Bueno, creo que hemos roto esa fama, señor, o al menos eso creo ya que aquí nos encontramos.[/FONT]
[FONT=&quot]—No se preocupe, soldado. Y dígame, soldado ¿Hacia donde está la ciudad más cercana? Sería bueno un refugio antes de que caiga la noche. —[/FONT]
[FONT=&quot]—Señor, la ciudad Verne está hacia el noreste, a una hora de vuelo. Pero a pie me temo en informarle que me es ajena esa información.[/FONT]
[FONT=&quot]—Y ¿Hay algún pueblo en las cercanías?—le volvió a preguntar José a Jeremías.[/FONT]
[FONT=&quot]—Señor, si, señor. Se encuentra también en dirección noreste. Aunque, si me lo permite señor, tengo una pregunta que hacerle. [/FONT]
[FONT=&quot]—Adelante. Permiso concedido—respondió José.[/FONT]
[FONT=&quot]La pregunta de aquel, dada las circunstancias, era totalmente válida ¿Cómo viajarían dos soldados de bandos opuestos sin que llamasen la atención? [/FONT]
[FONT=&quot]—Pues, dependerá de a quienes nos encontremos—finalmente respondió José, después de varios segundos en silencio.[/FONT]
[FONT=&quot]— ¿A que se refiere con eso, señor?—insistió el soldado, a pesar del intento de hacerlo callar que hizo José al lanzarle el pequeño tanque de agua que tenía en su nave.[/FONT]
[FONT=&quot]—Simple. Si nos encontramos con algún simpatizante de tu bando dirás que soy prisionero de guerra, en caso contrario, tu dirás lo mismo ¿Quedó claro?—fue la respuesta que obtuvo el insistente Jeremías de parte de aquel superior.[/FONT]
[FONT=&quot]—Como el agua, señor—agregó Jeremías. Y luego de meditarlo por unos segundos, tenía razón y era una solución bastante práctica para ellos dos.[/FONT]
[FONT=&quot]A pesar de aquel tanque lleno de agua, lo referente a la comida y armamento, no podían aventurarse mucho y pretender hacer una larga caminata hacia la metrópolis y había un riesgo creciente si se quedaban en aquella pradera desolada. Con la ayuda de su reloj—brújula, José trazó una ruta, medianamente segura (en sus propias palabras) con la cual llegarían seguros a aquel poblado, el tiempo estimado sería una hora.[/FONT]
[FONT=&quot]El silencio entre aquellos dos fue interrumpido, nuevamente Jeremías tenía ganas de decir algo.[/FONT]
[FONT=&quot]—Señor, permiso para hablar, señor—pidió Jeremías de nuevo apelando por el respeto.[/FONT]
[FONT=&quot]—Permiso concedido—respondió José desanimado; no estaba de ganas para soportar la charla de aquel soldado, pero no le quedaba de otra.[/FONT]
[FONT=&quot]—Debo informarle que es un honor seguirlo, señor y que debo preguntarle una cosa ¿Cómo se llama la maniobra que usó en su duelo contra el Capitán Dimitri?[/FONT]
[FONT=&quot]—Y debo comentar que admiro tu insistencia, Jeremías. Pero debo comentarte que el nombre de esa maniobra es secreto, solo los Frontera la conocen y son los únicos capaces de hacerla. [/FONT]
 
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